Una Bèstia incontrolable. [S/T]

Proveniente de bandas como Glam, Destino Final y Crosta , tres de las bandas de hardcore punk que más interés han causado a la logia,

Una Bèstia Incontrolable se resuelve en una suerte de velocidad media  ultradistorsionada, ruidosa y saturada, con el reverb característico de anteriores y actuales proyectos subido al máximo en la voz y con cierto aire de juegos entre el acople y el ambiente bien cargado, creando una bola sónica que al menos en la cassete de presentación que te dejan a descarga desde varios puntos del orbe internautico y que es justo de lo que estamos hablando aquí, mientras tanto consta que hace unos días andaban haciendo la mezcla del que será su primer LP, te absorve en una sacudida frontal y envolvente de sonido cochino resultante de grabar en una  cueva llena de mierda y jeringas malgastadas. En la demo de la cuestión, la bestia se revela incuestionable y viciante ante los siete temas que la conforman y que datan de noviembre del pasado año. La fórmula, siendo simple y tratada en demasía en los tiempos que corren (hay mucho de la escudería Youth Attack y de la que presumiblemente editará su largo La Vida Es Un Mus aunque por otra parte es natural , no siendo esto un dato negativo ni detractor pues resulta que es un sonido que chifla y pita a borbotones por los altavoces) consta de un ingrediente secreto que la alza sobremanera y la convierte en adictiva como casi todos los proyectos en los que se enzarzan los miembros de la bestia.Glam por ejemplo se han vuelto a sacar de las chisteras un plástico lo suficientemente viciante como para que su bandcamp sea lo más visitado en días de furia y que han llamado "Veneno en sus flechas"   que completa a la perfección el aclamado siete pulgadas que editaron hace unos años. 

 Centrándonos en Una Bèstia Incontrolable y partiendo desde la base y fiabilidad que dan un trillón de escuchas desde que cayera en el reproductor su demo, podemos afirmar que su siguiente asalto será una epopeya lovecraftiana imparable ambientada en un futuro postnuclear y constatamos cierta espectación respecto a lo que se va a ofrecer. Vamos,que hay ganas que la bestia surja de nuevo a reventarnos los tímpanos incontrolablemente.